Abr 15
Para los escasos hispanohablantes que no puedan pronunciar el término “ejemplaridad”, les recomendamos que los sustituyan por “carácter ejemplar”, o “modélico”, o “paradigmático”. También recomendamos decir “cambio climático” y no clima cambiático. De nada, don Miguel Ángel.“Perdida está España, pero tú y yo moriremos por ella”. Estas palabras se las dijo Daoíz a Velarde, en el parque de Monteleón, ante los fusileros enemigos del general Lagrange (cita de Pérez Reverte). ¿Ustedes se imaginan a algún españolito, doscientos años contaderos más tarde, repitiendo esa frase?Goya no sólo pintó a un descamisado, con los brazos en cruz, gritándole al piquete en la madrugada del tres de mayo, cabe los desmontes del Príncipe Pío. Pintó el ser de España, con todo lo que éste conlleva de amargura, ira, brutalidad, pasión, cuajo y heroísmo. ¡Ay, el hombre de la camisa blanca!...Por cierto, los infantes franceses disparan con las bayonetas caladas, sin la precaución de desmontarlas. Este detalle nos alerta del desconcierto y el caos que debió de producirse en aquellas horas tremendas, y de la prisa y el miedo de la tropa invasora.El cementerio de la Florida, en Madrid, es un lugar abandonado y hermoso. Allí yacen, según nos dicen, cuarenta y tres madrileños que Berg ajustició. Las malas hierbas crecen a sus anchas, un poco locas, una miajita frívolas. Buscan las claridades del cielo y nadie se toma la pena de cortarlas. Se oyen los trenes, como en los versos de Cernuda, y el mirlo canta en las anochecidas. A pocos pasos se levanta esa pequeña Sixtina que es la ermita de San Antonio. Si a ustedes les da vergüenza llorar en público, sentir su corazón apretado en un puño, no entren nunca ni miren lentamente hacia la cúpula.También queda cerca la Rosaleda y sus rosas de terciopelo. Hay mucha vida aún, mucho frescor junto a los muertos ya olvidados. Doscientos años, doscientas rosas y unas leves lágrimas. Doscientos padrenuestros en San Antonio de la Florida. ¡Cómo corre el tiempo, con qué pies silenciosos, perezosos!Don Francisco de Quevedo, don Francisco de Goya. Todas las cosas, incluso las que creemos inmarcesibles, avisan de la muerte.
Llueve
Hace 2 días
1 comentario:
donostiágora.blogspot.com 2008-04-18
Para comentario el de doña SORAYA, "la niña de Rajoy", ante los medios de comunicación en el Congreso de los Diputados, después del discurso de Investidura del candidato a la Presidencia, señor Rodriguez Zapatero, dando su opinión acerca de dicho discurso, y es que la gozosa señorita espetó que "LA VELOCIDAD SE DEMUESTRA ANDADO", pues vaya despacito, no sea que por tanto correr se quede sin puntos y no pueda exerimentar que es "El MOVIMIENTO el que se demuestra andando" . Piano, piano andiamo lontano, o sea, despacito llegamos lejos.
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