




Abr 15
Se fue al cielo del salvaje Oeste un hombre gallardo, bien plantado, duro, varonil. Lo vimos galopar por tierras de Valencia haciendo la guerra a los moros. Se llamaba Charlton Heston. Los fotógrafos, que, al igual que los escritores, son o somos malvados, se refocilaban retratándole con un rifle de avancarga (¿un Kentucky?) en la mano, blandiéndolo. Fue un símbolo de la Norteamérica heroica, ingenua y algo bestial. Que Dios le de un buen puesto en el Purgatorio,donde podrá charlar, en compañía de Widmarck, de sus películas de acción.




http://www.youtube.com/watch?v=xt97aVagbuk
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