Abr 7
A tener en cuenta, por su contenido, y por tener relación directa con la temática de este blog Q.P. recomienda enlazar con el "blog" : "en Román Paladino" (http://canales.larioja.com/romanpaladino/Indice.html) cuyo prólogo insertamos en esta bitácora : "El estudio detenido de los doscientos artículos que integran la presente obra ha suscitado en mi interior sentimientos de complacencia y de admiración. Complacencia, al comprobar que la dimensión misma del saber lingüístico junto con su análisis normativo estratificado ocupan un lugar relevante dentro de las orientaciones científicas de Fabián González Bachiller y Javier Mangado Martínez, ambos profesores de la Universidad de La Rioja. Admiración, sostenida de principio a fin, tanto por la riqueza y perspicacia de la investigación desplegada como por el buen juicio y comedimiento que caracterizan a las numerosas valoraciones manifestadas en el libro.Es éste, en efecto, un trabajo de lingüística normativa del español. O, con más precisión, estamos ante un estudio en el que, además de la competencia idiomática particular, se investiga el saber lingüístico general. Así, múltiples aspectos relacionados con la competencia elocucional de los hablantes, particularmente las desviaciones atestiguadas respecto de los principios generales del pensar o del conocimiento universal de las cosas, ocupan en él un espacio destacable. Expresiones que, en este plano, no alcanzan la suficiencia o conformidad con las normas lógicas o con el conocimiento normal de las cosas son, por ejemplo, *dentro de breves minutos, *se reinicia el encuentro de fútbol, *la práctica totalidad, *son las dos de la madrugada, *lo recibieron en olor de multitudes, *bajo mi punto de vista, *el acceso de entrada, etc. Como es bien conocido, muchas deficiencias graves en lo oral y en lo escrito, frecuentísimas en el mundo hispánico, se sitúan en el nivel del saber elocucional. Quiere esto decir que muchas veces no se trata propiamente de incorrecciones idiomáticas, de desconocimiento de la lengua española, sino de ignorancia o descuido de las normas elocucionales, es decir, del saber hablar con coherencia o de manera congruente. Sin perder de vista las deficiencias del hablar español que, en menor medida, corresponden al saber expresivo, esto es, al saber estructurar textos o determinadas formas textuales de acuerdo con los factores concretos de la situación en que se habla. Ejemplos de este tipo, que constituyen expresiones inadecuadas o faltas de propiedad, son en este trabajo *cumplimentar una encuesta, *los equipos especulan con el resultado o *el jugador tiene capacidad para definir.Pero estas sopesadas lecciones atienden prioritariamente a los problemas lingüísticos relativos al saber idiomático. En este nivel los autores, a partir del examen de una selección de desviaciones idiomáticas habituales, nos adentran en los diferentes tipos delimitables de español. Así, en sus explicaciones se centran con frecuencia en aspectos del español como lengua histórica. En este dominio, donde conviven la homogeneidad con la variedad y que es el propio de la lingüística, aportan datos de gran interés para el conocimiento de los antiguos dialectos primarios (etimología y uso de golmajo, canilla, picar ‘teclear’, etc.), analizan falsas etimologías populares (biquini, cajón *desastre, etc.), presentan soluciones a los problemas de hispanización de los préstamos (como el que plantea el anglicismo sprint) o, incluso, crean oportunos tecnicismos lingüísticos como archiverbalismo, ultraantidequeísmo y parantidequeísmo. Por otra parte, profundizan no pocas veces en el sistema de la lengua que, tras la superación de las diversidades regionales, busca la validez para todas las relaciones lingüísticas de la comunidad hispánica. Este enfoque permite penetrar en el español como lengua común o lengua de la tradición cultural hispánica; eso sí, con no pocas referencias a los dialectos secundarios de ese español común, esto es, al andaluz y otras formas del español de América. En fin, reflexiones e indagaciones como las que hallamos en los artículos que estudian el abuso del no antepuesto, la construcción deber (de) + infinitivo, el empleo correcto de las parejas bimensual / bimestral o bianual / bienal, la penetración del subjuntivo metiese con el valor de ‘había metido’, la expresión dar de sí, en vías de lexicalización, o la pronunciación antietimológica *élite nos ayudan a descubrir las diferentes formas del español ejemplar o dialectos terciarios. Los autores han comprendido muy bien cuán lejos estamos aún de una ejemplaridad idiomática panhispánica claramente fijada en sus formas y contenidos. Una de las lecciones más trascendentes que nos imparten estos dos profesores universitarios, tan cargados de experiencia y saberes, es precisamente ésta: las diversidades diatópicas de la lengua ejemplar o modélica, de las que se resienten el sistema fonológico, el vocabulario y, en parte, la gramática, impiden por el momento normalizar idealiter una lengua para toda la comunidad hispánica. Y esta comprensión profunda fertiliza su talante mesurado, del que tan faltos estamos en el ámbito de la gramática normativa del español, la cual debe ser el objeto propio de la educación idiomática.
Claudio García TurzaCatedrático de Lengua Española de la Universidad de La Rioja"
Llueve
Hace 2 días
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