lunes, 12 de mayo de 2008

VISTO, OÍDO, LEÍDO (IV)

Mar 30
# “Pesebre” es una palabra que se ha hecho popular en la calle y que también se escucha en algunos medios de comunicación. Veamos lo que dice el diccionario: “Depósito de albañilería en donde se les pone la comida a los animales”. Por extensión, “pesebrero”, que no aparece en los diccionarios, se supone que es quien come del pesebre o vive de él.# Vivimos rodeados de eufemismos. Éstas son palabras que hemos substituido educadamente por otras que no le resultan lesivas a nuestro decoro. Hay ejemplos a montones (mogollón). Decimos “baño” por “retrete”, o “compañera sentimental” por “concubina”, “coima” o “barragana”. En el asunto de la coyunda empleamos papelillos de fumar. En consecuencia, se oyen, escuchan y leen frases así: Pepito y Juanita se pasaron toda la noche haciendo el amor, practicando (el) sexo. Son cursiladas y deberíamos decir: “P. y J. se pasaron toda la noche copulando”, o “ayuntándose”, o “apareándose”. Porque los animales superiores copulan, y nosotros ¿qué somos? Así y todo, a quienes quieran ligar, enrollarse, pillar o comerse un rosco, les sugerimos empleen con la señorita las palabras más finas. “Sonsoles, vamos a copular un ratillo”, queda mal.#Por cierto, vamos a ver qué acepción tienen los términos “follar” y derivados. “Follar”es “dividir una cosa en hojas”, “soplar con el fuelle (o con el culo)”, “talar”. “Follador”, el hombre que mueve el fuelle en una fragua, y “follado” y “follada” hacen referencia a cierto tipo de ropa. Hasta aquí, doña María Moliner, muy educada ella… Deducimos que “follar”, en el sentido que sospechamos, vendrá de la forma “folgar” u “holgar” que antiguamente significaba aquello ( “… de vuestro dulce folgar”, canta el romancero). Dicho esto, precisaremos que en algunos diccionarios, “follar” ha adquirido la acepción carnal que todos ustedes presuponen.# Otro término que se interpreta mal es “fornicar”, pues se le asimila al simple coito. “Fornicar” es “tener trato sexual con aquella persona con la que no se está casado”. De modo que uno no fornica con su mujer legal ni con su marido, sino con los advenedizos.# La palabra “borrachera” disfruta también de jugosos eufemismos: “Merluza, tablón, pedal, cogorza, juma, moña, pítima, tranca, turca, curda, mona, tajada…” Nuestra capacidad metafórica es inconmensurable.# “Ir a su pedo” se oye mucho entre argentinos. Equivale a “ir a su aire”, “a su rollo”, expresiones ambas no escatológicas. # Leemos en una entrevista hecha a un jugador de la Real Sociedad (o Erreala), aparecida en el Diario Vasco del 24-3 de este año: Tenemos que aprender a leer y a terminar los partidos de la mejor manera posible. Suponemos que en el vestuario realista -entre sus jugadores- no hay, hoy por hoy, analfabetos. Para evitar susceptibilidades, el mensaje hubiera quedado mejor de este modo: “Tenemos que aprender a leer los partidos y a terminarlos de la mejor manera posible”. A mayor abundamiento, esto de leer los partidos nos parece una pijada mayor que la Supercopa. En un partido de fútbol pueden emplearse tácticas y estrategias (que no son lo mismo), e incluso puede interpretarse o comprenderse el juego. ¡Pero leerlo! Así nos va: que los defensas, entretenidos en la lectura, no saben por dónde cae el balón (o pelota, o esférico) y al final se cuela en las redes blanquiazules. ¡Menos erudición, niños, y a por ellos…!# Según una encuesta aparecida en el diario Qué!, los vascos tenemos, de media, el PIB más alto del Estado, que ronda los cuatro millones de ingresos brutos al año. Parece ser que a la cabeza de los favorecidos -y por profesiones- marchan los poetas, escritores, artistas plásticos, actores de teatro y gentes de ese jaez. Al final de la pirámide de ingresos -que engloba a los desfavorecidos- aparecen los notarios, los registradores de la propiedad, los constructores, los políticos, los médicos odontólogos, los restauradores y los cocineros. Todos ellos, ¡qué le vamos a hacer! son mileuristas irredentos. Una pena, pero eso tienen las estadísticas.# Por cierto, creemos fervientemente que sería una obra social -y muy humana- promover una colecta general, entre la sociedad, para aliviar la situación de los propietarios de restoranes vascos y el patrimonio de nuestros conocidos cocineros. ¿Quién que no sea un descastado, un burgués sin conciencia, puede negarle una ayudita a un pobre? ¡Hale pues!Todos los historiadores y arqueólogos coinciden en que España ha sido un país fuertemente romanizado. De ello dan fe las numerosas obras de arquitectura e ingeniería civil de que se dispone: puentes, acueductos, calzadas, etc. Aunque no aprovechemos ya estas maravillas, sí seguimos utilizando sus metáforas. ¿A qué español no se le ponen los vellos tal escarpias cuando se menciona la palabra “puente”? Ahora mismo hemos estado desde el miércoles santo hasta el martes pagano de la siguiente semana sin dar un palo al agua. ¿Será por lo del PIB? Los extranjeros se maravillan. “Además de la siesta, ¿esto?”, nos interrogan con ojitos desorbitados. Pues en efecto: yanquis y gringos, gabachos de bigotón, polacos de Polonia (no catalanes), italianos de norte y sur, suizos adinerados, alemanotes, rumanos y búlgaros de avalancha. Aquí nos las den todas. Además, si no pudiéramos disfrutar de esas pertinaces vacaciones, de colosales puentes y espléndidos acueductos -por donde transitan a cuatro patas los gráciles muchachos y muchachas de los centros de jubilados- no existiría Benidol. ¡Qué alivio, eh?

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