Estudió medicina en Stuttgart aunque su verdadera vocación siempre fue literaria. Después de prestar servicio militar, escribió una obra de teatro influido por las lecturas de Shakespeare y Rousseau, dedicándose desde entonces al ejercicio poético.
Vivió en varias ciudades alemanas, trabó amistad con Herder, Schlegel, Wieland y Goethe y ejerció la cátedra de Historia en la Universidad de Jena hasta 1799.
Se destacan de su obra: "Ensayo sobre la relación entre la naturaleza animal y la espiritual del hombre" en 1785, "El teatro como institución moral" en 1785, "El arte trágico" en 1791, "De la gracia y de la dignidad" en 1793, "De lo sublime" en 1793, "Cartas sobre la educación estética del hombre" en 1795 y "De la poesía ingenua y sentimental" en 1796.
Falleció en Weimar en 1805. ©
AMOR Y APETITO
Muy bien dicho, Schlosser: se ama
lo propio; y si no se tiene
se apetece. El alma rica
ama, la pobre apetece.
Versión de J. L. Estelrich
REMINISCENCIA INMORTAL
Dime amiga, la causa de este ardiente,
puro, inmortal anhelo que hay en mí:
suspenderme a tu labio eternamente,
y abismarme en tu ser, y el grato ambiente
de tu alma inmaculada recibir.
En tiempo que pasó, tiempo distinto,
¿no era de un solo ser nuestro existir?
¿acaso el foco de un planeta extinto
dio nido a nuestro amor en su recinto
en días que vimos para siempre huir?
...Tú también como yo? Sí, tú has sentido
en el pecho el dulcísimo latido
con que anuncia su fuego la pasión:
amémonos los dos, y pronto el vuelo
alzaremos felices a ese cielo
en que otra vez seremos como Dios.
Versión de Antonio José Restrepo
No hay comentarios:
Publicar un comentario