- Todos los grandes escritores son picajosos, y los pequeños también.
- En las tiendas de lencería los hombres parecen sátiros.
- Cuando un escritor se cansa de leer novelas es que le ha llegado el momento de escribirlas.
- No sé si Dios existe, pero lo cierto es que insiste.
- Sabemos demasiadas cosas inútiles.
- En el amor propio no existen divorcios.
- Era tan inútil que no sabía mandar ni obedecer.
- El que nos engaña en algo importante ya nos había engañado antes en las pequeñas cosas.
- Presentarse a un premio literario sin padrinos es como hacer la bonoloto.
La Tarde Ocre de Otoño
Hace 2 días
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