domingo, 26 de octubre de 2008

Un poema de Eugenio d'Ors

En el tren


Hoy la luna persiste y se viste

de un oro que el día le envía.

Alba equívoca, yo no diría

lo que tiene de agudo y de triste.

Mi alma hace un alto en el salto

que proyectan, esquivos, los chivos,

desde el gris de unos vagos olivos

sobre el cielo de tenue cobalto.

Y duele pasar sin saber

el secreto que en la hora indecisa

dice, acaso, con risa, la brisa.


Ágil brisa del amanecer:

ni despiertas ni dejas dormir,

no consientes soñar ni vivir.

E. D’Ors, “Xenius” (Barna. 1882 – Villanueva y Geltrú 1954).

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