Visto, Oído, Leído

• Hoy es cuarenta de mayo y no nos hemos quitado el sayo. Hace fresquito, cae una lluvia diminuta y las veletas de hierro señalan el nordeste. Una vez más hay que acudir a los refranes: “Cuando marzo mayea, mayo marcea”. Pues en eso estamos.
• Hay una frase de nuevo cuño que está haciendo fortuna en los medios de comunicación. Me refiero a hacer los deberes. Equivaldría a “cumplir con algo” o “realizar bien alguna cosa que se tenía prevista”. La Selección Española hizo bien los deberes. El Congreso ya hizo los deberes. No nos oponemos a esta expresión cuasimetafórica; lo que nos preocupa es la velocidad que está adquiriendo en los citados medios. Ocurrió antes con a día de hoy, y, en la lengua coloquial, con mogollón y con súper. ¡Ojito!
• Un comentarista político dice en la radio: Acordémosnos de Fraga. Y repite ese acordémosnos otras dos veces. La primera ese, por supuesto, sobra. Digamos “acordémonos”, “recojámonos”, etc.
• Una locutora: Había mucho tráfico en horas-puntas. Debe escribirse “horas-punta”, con o sin guión. Al igual que “asuntos clave”. También “hombre-lobo” forma en plural “hombres-lobo”. Curiosamente, esta regla no se aplica en “hombres-rana”; su plural es “hombres-ranas” (con guión o sin él). Las palabras que hacen función de adjetivo en estos nombres compuestos no forman plural (punta, clave, lobo).
• El concepto de eternidad siempre me produjo desasosiego. Por lo que se refiere a la vida humana, hay algo obsceno y abstruso en esta condición. Puede concebirse la nada eterna que, sin duda, nos aguarda a todos; pero la vida eterna sería un destino horrible. Es más, el hombre condenado a esa vitam aeternam pediría a gritos su final, su límite. Nos devoraría el tedio, también eterno. La muerte, en fin de cuentas, es una dádiva. Otra cosa sería que se nos permitiese regresar; pero sería deseable que tuviéramos memoria de nuestra vida anterior, a fin de poder corregir pasado yerros. ¿Y quién podría garantizarnos que no íbamos a cometer de nuevo, empecinadamente, otros desaciertos? Lo peor de la muerte viene a ser el forzoso desprendimiento de los seres que amamos, el tener que despedirnos de los recuerdos amables. Lo mejor: el propio hecho de desaparecer.
• Miembra es un nuevo término acuñado por nuestra ministra de Igualdad (?). Nos parece bien, porque de esta forma no sólo podremos decir “miembro viril” sino “miembra femenil”. Es un paso adelante, aunque, con todos nuestros respetos -doña Bibiana-, creemos que lo suyo no es la gramática, es el jipío.