Bailar en la cubierta del Titanic: Es una locución de uso internacional, por la que se censura a la persona que, ante una situación de inminente grave peligro, opta por hacer caso omiso de las advertencias del riesgo y asume una actitud de indiferencia, como si realmente estuviera a bordo del célebre barco que se hundió en 1912, bailando al compás de la orquesta mientras se desencadenaba la tragedia.
Bailar con la más fea: Expresión propia de los argentinos que alude a la desgracia de tener que soportar lo más desagradable de una situación, como sucedía en los bailes en los que las chicas más lindas habían sido sacadas a bailar e iban quedando las más feas. La versión en inglés -"sacar la pajita más corta"- alude al juego consistente en cortar pequeños trozo de madera o paja y hacer sacar una a cada participante; el que sacaba la más corta, perdía.
Bajar la guardia: Relajar la precaución, ceder la atención, considerando que ya no es necesario ser tan cuidadoso. La frase está tomada de la práctica de algunos deportes como el boxeo y la esgrima, en los que se enfrentan dos oponentes y se aplica en la vida cotidiana a la persona que ya no se esfuerza en sus tareas o profesión como lo hacía antes.
Bajarse los pantalones: Transigir en algo, deshonrosamente; claudicar, como si realmente uno se bajara los pantalones para quedar a merced de otro, sin poder movilizarse.
Basta la salud: Frase de consuelo, utilizada para justificar la falta de cualquier otra cosa, aludiendo a que, mientras una persona esté sana, podrá acudir siempre a sus fuerzas para trabajar y lograr lo que desee. Existe entre nosotros una locución derivada de esta -la plata va y viene, lo que importa es la salud- que, a causa de los tiempos difíciles que les toca vivir a las personas, se ha deformado en la irónica variante la salud va y viene, lo que importa es la plata.
Batir el parche: Literalmente, equivale a "tocar el tambor" y se usa para dar a entender que alguien está alardeando de alguno de sus actos.
Boccato di cardinali (bocado de cardenales): Expresión de origen italiano que se aplica a todo aquello que se destaca por su óptima calidad, particularmente, en lo que se refiere a alimentos exquisitos.
Borrar con el codo lo que se escribió con la mano: Es una referencia a las contradicciones de las personas, que suelen afirmar o sostener algo y luego, se manifiestan en sentido totalmente opuesto.
Borrón y cuenta nueva: Locución aplicada en los casos en que se decide olvidar deudas, errores, enojos, discusiones, etc., y continuar como si nada hubiese ocurrido.
Bueno es hablar, pero mejor es callar: Es un consejo para aquellas personas que hablan demasiado, sin reparar en las consecuencias.
Buscar cinco (o tres) pies al gato: Equivale a buscar soluciones o explicación sin fundamento a cosas reales y proviene de la antigua costumbre de agarrar a los gatos de su cola, que era considerada el "quinto pie".
Buscar el pelo en la leche: Ser excesivamente detallista, meticuloso, como quien realmente pretende hallar un pelo oscuro en la blancura de la leche.
Buscar una aguja en un pajar: Es la representación más notable de las empresas difíciles: nada hay más dificultoso que tratar de encontrar una aguja en un pajar.
Brillar por su ausencia:Entre los romanos, existía la costumbre de exhibir en los actos fúnebres los retratos de todos los antepasados y deudos del difunto. Por eso, el célebre historiador Tácito, al relatar en el libro III de sus "Anales" las honras fúnebres de Junia -viuda de Casio y hermana de Bruto (el asesino de Julio César)- cuenta que todo el mundo se daba cuenta de la ausencia ("brillaban" por ella) de la efigie de los dos criminales. Posteriormente, en el siglo XVIII, el gran poeta francés André de Chenier puso de moda la expresión brillar por su ausencia que todo el mundo usa hoy, a veces con mala intención, para resaltar la falta de algo o alguien en determinada circunstancia.
Coinciden gramáticos, sociólogos y estudiosos de la Lengua en que la manera de expresarnos ante los demás nos califica de una manera evidente. Por ello, al utilizar nuestro castellano de modo impecable o, al menos, satisfactorio nos colocaremos de inmediato en un lugar destacado de la pirámide social, y los demás nos juzgarán ateniéndose a ello. Hoy, lamentablemente, las carreras de humanidades están menoscabadas; el latín - lengua sin la cual el castellano se nos hace más difícil - ha dejado de enseñarse en las aulas por un desprecio que dice muy poco de la visión futura de pedagogos y docentes. Si escuchamos a un niño hablar con propiedad, estaremos seguros de que el muchacho tiene mucho ganado y que, pasadas unas décadas, ocupará un hueco importante en el ámbito que le toque vivir. Por el contrario, si a un universitario le descubrimos problemas a la hora de manifestarse verbalmente, dudaremos de la eficacia de la educación que ha recibido, de su acervo cultural y, en definitiva, de su inteligencia. Es, por todo ello, de vital importancia tener un conocimiento suficiente, mejor notable, del entramado sintáctico y sus funciones, de los textos imprescindibles, del vocabulario y su etimología.Dominar una lengua no es una labor ingrata, es justamente todo lo contrario. Supone una reafirmación de la autoestima, un nuevo disfrute y también puente de plata para relacionarnos a un nivel superior con nuestro prójimo. El esfuerzo, creánme, merece la pena.Queremos que este blog sea un instrumento fácil y divertido. Renunciaremos a los tecnicismos, a lo excesivamente elaborado, a la pedantería tan en boga entre nuestros profesores. Y, sobre todo, pondremos nuestro interés en que ustedes intervengan con sus ideas, propuestas o reparos. El blog estará abierto a todo el que sienta afición por la literatura, por el lenguaje y el bien decir.Expondremos casos de deficiente construcción - extraídos de nuestra Prensa escrita - para tratar de corregirlos; escribiremos un poco sobre gramática (empleos oscuros o complicados, puntuación, vicios del habla popular, modismos, neologismos, etc.); abriremos las páginas a cualquier consulta; recomendaremos libros, reivindicaremos a los autores meritorios postergados u olvidados e incluiremos textos recibidos que gocen de común interés.Nuestra voluntad es que quienes entren el el blog se impliquen en él y lo sientan como algo suyo. Naturalmente, no nos arrogamos un saber exhaustivo. Todo saber es limitado y cometeremos errores que entre todos podremos subsanar. Insistimos en la idea de ir mejorando nuestro uso del español de una manera amena y sin excesivos rigores filológicos, orientando y dando espacio tanto al diálogo cuanto a la creación literaria de quienes naveguen en el "bloque".Quintopretoriano quiere ser para sí y para los demás un espacio ameno de instrucción y entretenimiento . Gracias. Envia y participa enviando tu colaboración a : quintopretoriano@gmail.com
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