Dijo el poeta:
- Diciembre pintado sobre vidrios;
no es bueno
este sol de matacabritillas.
El aire hace y deshace
las alamedas en blanco y sepia, de tweed. -
Diciembre también es el mes preferido por los niños. Llegan las Navidades y todo se hace más familiar y más tierno. Para los “paganos”, ahí está la noche vieja, con sus desenfrenos y desbordamientos. Pero a mí, lo que más me toca el sentimiento es la fiesta de los santos inocentes; porque el mundo, por algún fatal designio, gira y se engrasa con el sudor y, en muchas ocasiones, la sangre y la miseria del inocente. Todavía quedan en el mundo muchos Herodes poderosos que se abalanzan sobre los demás tan sólo para su propio medro, para sus reprobables ambiciones.
Ah, y es el mes de las alegres modistillas. En su día, yo las solía ver por las calles de mi ciudad riéndose y alborotando un poquito. Descaraditas, maliciosas, encantadoras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario