Al mejor cazador se le escapa la liebre: Habla de la falibilidad del hombre, por más destacado que sea en su actividad. Todos cometemos errores alguna vez.
Al pan, pan y al vino, vino: Llamemos a las cosas por su nombre, sin eufemismos. Una empresa elaboradora de vinos parafraseó esta expresión, hace algunas décadas, con el eslogan al pan, pan y al vino... Toro.
Al pie de la letra: El verdadero sentido de esta frase expresa que se transcribe fielmente un texto, aunque entre nosotros, encierra la idea de la repetición literal de una orden o mandato.
Al que Dios no le da hijos el Diablo le da sobrinos: Hace referencia a la naturaleza inquieta y traviesa de los niños que suelen molestar a los mayores. Si alguien no tuvo la dicha de recibir hijos, se supone que Dios lo proveerá de sobrinos para que sienta «en carne propia» lo que es «padecer» a los chicos.
Al que nace barrigón es al ñudo que lo fajen: Frase tomada del Martín Fierro, de José Hernández, en la que se hace referencia a lo vano e inútil de los intentos por ocultar las verdaderas características de la personalidad humana. La expresión al ñudo -que no debe ser pronunciada como si fuera añudo- que lo fajen es propia del Río de la Plata, quiere decir «inútilmente, en vano» y proviene de la costumbre de ceñir a los bebés con una faja.
Al que le quepa el sayo que se lo ponga: Es una frase que suele aplicarse en el momento en que se hace una reprimenda o llamado de atención, sin mencionarse quién es el destinatario, por eso se la deja «flotando» en el ambiente para que el «interesado» la interprete. El sayo era un vestido sin botones que cubría desde el cuello hasta las rodillas.
Al que madruga, Dios lo ayuda: Cuanto más pronto hagamos las cosas, mejor nos irá en nuestros emprendimientos.
Al tun-tún: Esta expresión, para algunos proviene de la locución latina "ad vultum tuum", luego llevada al latín vulgar con el valor de "al bulto". Para el etimologista Joan Corominas, es una voz expresiva creada para sugerir una acción ejecutada de golpe: tun... tun.... De cualquier forma, llegó a nosotros con el valor de algo hecho al bulto, sin diferenciar ni discriminar.
Al voleo: Locución adverbial que se origina en la acción de sembrar, cuando se arrojan las semillas a puñados, esparciéndolas en el aire. Por comparación, se usa la expresión para calificar actitudes arbitrarias y desmedidas.
Ancha es Castilla: Obrar con total libertad. En los tiempos de la Reconquista, los desolados campos castellanos eran el sitio perfecto para iniciar un negocio.
Andá a cantarle a Gardel: Expresión muy propia de los argentinos y particularmente de los porteños, que se usa para descalificar a alguien invitándolo a que vaya con su «canto» a otra parte. Podría equivaler a la locución a otro perro con ese hueso (ver).
Andar de capa caída: Estar desanimado, abatido, como quien no se preocupa en aparecer aliñado, bien vestido. En la época en que los hombres usaban capa, tenerla caída hacia un costado, era síntoma de mal gusto. Por extensión, se usó la frase para aplicarla en quien se mostraba desesperanzado.
Andarse con chiquitas: Buscar pretextos, subterfugios; usar contemplaciones o rodeos para eludir medidas u obligaciones. En este caso, chiquitas equivale a "menudencias".
Al pan, pan y al vino, vino: Llamemos a las cosas por su nombre, sin eufemismos. Una empresa elaboradora de vinos parafraseó esta expresión, hace algunas décadas, con el eslogan al pan, pan y al vino... Toro.
Al pie de la letra: El verdadero sentido de esta frase expresa que se transcribe fielmente un texto, aunque entre nosotros, encierra la idea de la repetición literal de una orden o mandato.
Al que Dios no le da hijos el Diablo le da sobrinos: Hace referencia a la naturaleza inquieta y traviesa de los niños que suelen molestar a los mayores. Si alguien no tuvo la dicha de recibir hijos, se supone que Dios lo proveerá de sobrinos para que sienta «en carne propia» lo que es «padecer» a los chicos.
Al que nace barrigón es al ñudo que lo fajen: Frase tomada del Martín Fierro, de José Hernández, en la que se hace referencia a lo vano e inútil de los intentos por ocultar las verdaderas características de la personalidad humana. La expresión al ñudo -que no debe ser pronunciada como si fuera añudo- que lo fajen es propia del Río de la Plata, quiere decir «inútilmente, en vano» y proviene de la costumbre de ceñir a los bebés con una faja.
Al que le quepa el sayo que se lo ponga: Es una frase que suele aplicarse en el momento en que se hace una reprimenda o llamado de atención, sin mencionarse quién es el destinatario, por eso se la deja «flotando» en el ambiente para que el «interesado» la interprete. El sayo era un vestido sin botones que cubría desde el cuello hasta las rodillas.
Al que madruga, Dios lo ayuda: Cuanto más pronto hagamos las cosas, mejor nos irá en nuestros emprendimientos.
Al tun-tún: Esta expresión, para algunos proviene de la locución latina "ad vultum tuum", luego llevada al latín vulgar con el valor de "al bulto". Para el etimologista Joan Corominas, es una voz expresiva creada para sugerir una acción ejecutada de golpe: tun... tun.... De cualquier forma, llegó a nosotros con el valor de algo hecho al bulto, sin diferenciar ni discriminar.
Al voleo: Locución adverbial que se origina en la acción de sembrar, cuando se arrojan las semillas a puñados, esparciéndolas en el aire. Por comparación, se usa la expresión para calificar actitudes arbitrarias y desmedidas.
Ancha es Castilla: Obrar con total libertad. En los tiempos de la Reconquista, los desolados campos castellanos eran el sitio perfecto para iniciar un negocio.
Andá a cantarle a Gardel: Expresión muy propia de los argentinos y particularmente de los porteños, que se usa para descalificar a alguien invitándolo a que vaya con su «canto» a otra parte. Podría equivaler a la locución a otro perro con ese hueso (ver).
Andar de capa caída: Estar desanimado, abatido, como quien no se preocupa en aparecer aliñado, bien vestido. En la época en que los hombres usaban capa, tenerla caída hacia un costado, era síntoma de mal gusto. Por extensión, se usó la frase para aplicarla en quien se mostraba desesperanzado.
Andarse con chiquitas: Buscar pretextos, subterfugios; usar contemplaciones o rodeos para eludir medidas u obligaciones. En este caso, chiquitas equivale a "menudencias".
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