Tienen algunos un gracioso modo
De aparentar que se lo saben todo;
Pues quando oyen, ó ven qualquiera cosa,
Por mas nueva que sea y primorosa,
Mui trivial y mui fácil la suponen,
Y á tener que alabarla no se exponen.
Esta casta de gente
No se me ha de escapar, por vida mia,
Sin que lleve su fábula corriente,
Aunque gaste en hacerla todo un dia.
A la Pulga la Hormiga refería
Lo mucho que se afana,
Y con qué industrias el sustento gana;
De qué suerte fabrica el hormiguero;
Quál es la habitacion, quál el granero;
Cómo el grano acarréa,
Repartiendo entre todas la taréa;
Con otras menudencias mui curiosas,
Que pudieran pasar por fabulosas,
Si diarias experiencias
No las acreditasen de evidencias.
Á todas sus razones
Contestaba la Pulga, no diciendo
Mas que éstas, ú otras tales expresiones:
Pues yá; sí; se supone; bien; lo entiendo;
Ya lo decía yo; sin duda; es claro;
Ya ves que en eso no hai nada de raro.
La Hormiga, que salió de sus casillas
Al oir estas vanas respuestillas,
Dixo á la Pulga: Amiga, pues yo quiero
Que venga Usted conmigo al hormiguero.
Ya que con ese tono de maestra
Todo lo facilita y da por hecho,
Siquiera para muestra,
Ayúdenos en algo de provecho.
La Pulga, dando un brinco mui ligera,
Respondió con grandísimo desuello:
¡Miren que friolera!
¿Y tanto piensas que me costaría?
Todo es ponerse á ello...
Pero.... tengo que hacer.... Hasta otro dia.
Moraleja : Para no alabar las obras buenas, algunos las suponen de fácil ejecución.
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