La abeja y el cuclillo
de Tomás de Iriarte
Saliendo del colmenar,
dixo al cuclillo la abeja:
Calla, porque no me deja
tu ingrata voz trabajar.
No hay ave tan fastidiosa
en el cantar como tú:
cucú, cucú y más cucú,
y siempre una misma cosa
¿Te cansa mi canto igual?
(el cuclillo respondió:)
Pues á fe que no hallo yo
variedad en tu panal:
y pues que del propio modo
fabricas uno que ciento,
si yo nada nuevo invento,
en ti es viejísimo tódo.
A esto la abeja replica:
En obra de utilidad,
la falta de variedad
no es lo que más perjudica;
pero en obra destinada
sólo al gusto y diversión,
si no es varia la invención,
todo lo demás es nada.
Moraleja : La variedad es requisito indispensable en las obras de gusto.
La Tarde Ocre de Otoño
Hace 2 días
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