Omitsu se lamenta de tener un hombre apasionado
Tener en casa a un hombre apasionado convierte
a todas las mujeres del barrio en mi enemigo.
Toda vez que se topa con una mujercita recatada
que se escabulle de él, o con alguna coqueta
cubierta de polvos y carmín que lo pone a cien.
me echa a mí la culpa del rechazo.
No es porque sea viejo, o calvo, o gordo –
él dice que es porque tiene una santa.
Ojalá no actuasen como si estuvieran sentadas
sobre “veinte años de vacaciones alrededor
del mundo con todos los gastos pagados”
y le dieran a mi hombre, pobrecito, alguna cosilla,
y a mí no me importaría tampoco meter mano.
Es un poeta y un tonto que está a medio hacer,
y él y yo nos los pasamos bastante bien
juntos como para que me deje por echar
una cana al aire. Así que, coño, venga tías,
¡abríos de piernas y dadme un respiro!
Palma de Mallorca
Contemplando el tejado de Madinah Majurka
desde el balcón del décimo piso, al atardecer,
una mole de bloques amarillo pajizo,
un buque que rodea el dique al entrar en el puerto. Sí,
“es un amor secreto la relación que se tiene con una
ciudad”. Y esas torres medievales de piedra desmienten
su continuo fluir -claro que hay dinero descerebrado allí
abajo circulando estrepitosamente, la construcción es
un chanchullo, pero sobre todo ¡es un organismo vivo!
¡Ciudades enteras se marchitan, brotan de la roca!
Entonces regresas y te encuentras tapiadas
las puertas y ventanas de “Casa Pepe”,
una baja más en el destartalado “Barrio Chino”-
un negocio familiar, sin carta, con precios tirados.
¿Y ahora dónde comen las putas y los gitanos
y los drogatas y los africanos?
Persona desaparecida
Viviendo bajo los cerezos en el huerto de Tomás -
bajo los espesos manojos de rosa plateada.
Cantan la rana y la lechuza y el ruiseñor la noche entera,
el torrente habla con su lengua de lluvia, el ajo silvestre
da cabezadas blancas a lo largo del sendero
y son las flores lechos de amor para los bichos,
y cubriendo la panorámica ladera abancalada de la montaña
una densa constelación de limones -sueño contigo cada día,
Auxiliadora, esta estación se te parece tanto.
Y un día el temporal castiga los árboles hasta sus troncos,
arrancando sus brazos cargados de frutos gruesos
e indolentes, dejando el suelo alfombrado de amarillo.
Y luego otro viento, un viento negro, anunciando
una urgencia familiar en el distante Japón.
Nos vamos a vivir a una ciudad que siempre desprecié,
dejando mil sueños estrellados en el suelo. De la noche
a la mañana me he convertido en una persona desaparecida.
Yo voy donde vaya mi hechicera de corazón profundo,
y además, tejer nuevos sueños es lo que hago,
pero maldita sea, Auxiliadora, ya nunca estaremos juntos…
Un duro viaje
Pueblo en la punta de Portugal.
Sosiego en una gira teatral.
Sol. Cariño. Vino tinto barato.
Capilla de Huesos, punto turístico obligado-
bóveda, columnas, muros, un edificio entero
construido con cráneos y huesos.
“Los 1245 cráneos, pertenecientes a monjes,
fueron excavados en 1816
y utilizados en su construcción.”
Uno me habló al salir:
“¿Quiéres dedicar tu cráneo al arte?”
Leroy Cardwell: Zorra Mallorca (Trad.: Carlos Martinicorena).
Cumplo dieciséis años
Hace 17 horas
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