Chon Flamarique, desde Tortosa, nos suelta:
Sois un blog instructivo con su poquito de mala leche. No sé si ganáis dinero con todo eso, me temo que no, pero los textos los agradecemos. Os recomendaré a mis amigas, que están todas mogollón de guay… Jorge, viejo gringo, ¿me perdonas mis dos últimas palabras?
(Claro, pero si me presentas a tus amigas.)
Juan de Dios Irastorza, desde Errentería, nos dice:
¿No os parece que están pasando aquí demasiadas cosas para que os lo toméis todo con esa frivolidad? Son tiempos de golpear en la fragua, no de cortarte las uñas.
(Juan, se ha dicho que quien no se ríe de sí mismo está perdido. En eso hay algo de verdad. Y nuestro martillo, si lo hubiere, no intenta herir a nadie. Sabemos que vivimos en unos tiempos hipócritas y revueltos, pero ¿cuándo no los hubo? Piensa en tu honradez, por mucho estiércol que encuentres a tu alrededor: eso te hará fuerte.)
Luisa Porres, desde San Vicente de la Barquera, no dice:
Hola, majicos. Tengo que contaros que he visto dos capítulos de esa nueva serie de televisión que se llama “Lalola”. Me ha defraudado porque pretende hacer reír, y hace llorar. ¿Cómo pueden ser tan majaderos los guionistas de la tele?
(O.K., Luisa. Hace ya tiempo que venimos denunciando en este blog la chabacanería, la ordinariez, la falta de ideas y el mal gusto de varias series televisivas. Entre ellas: “La familia Mata”, “Física o Química”, “Las tontas no van al cielo”, “Lex” y ahora esta “Lalola”. Sus artífices deben pensar -si es que están facultados para tal ejercicio- que con contar bobadas, crear situaciones inverosímiles y enseñar señoritas, o señoritos, dándole a lo rijoso, ya está. ¡El televidente es un inválido mental, un paparrasolla!... Cierto es, y todo hay que decirlo, que otras series se señalan por su calidad. Entre éstas: “Cuéntame”, “Amar en tiempos revueltos” o “La señora”, aunque esta última tenga tintes inequívocos de folletín. Pero en país de ciegos…)
José Tirado, desde Tudela, nos dice:
Un político, desde una radio, ha soltado la palabra aparataje. No creo que sea correcta. Al menos, no figura en mis diccionarios. Supongo que se referirá a “cantidad o conjunto de aparatos”. Tenemos “atelaje” o “atalaje”, que viene a ser “la guarnición que llevan las bestias de tiro”, o incluso “el ajuar”. Pienso que estamos lejos de estas acepciones. Habría bastado con “aparato”: “conjunto de utensilios para hacer cierta cosa”.
Llueve
Hace 2 días
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