Por fin llegó al Festival de Cine de San Sebastián Meryl Streep, la extraordinaria. Sólo estuvo dos días con nosotros, ¡mecachis! Meryl es una persona que nos reconcilia con el cine y nos devuelve la confianza en las grandes actrices. Nunca la olvidaremos bailando aquel vals, en su granja de África, con Robert Redford, y recordaremos de por vida el temblor de su mano convulsa, aferrando la manivela de una furgoneta donde se jugaba su futuro (¿recuerdan Los puentes de Madison?). (Blog). Se le concedió el Premio Donosti, durante una gala postinera. A donde vaya, siempre se llevará nuestro cariño, admiración y agradecimiento.
Cumplo dieciséis años
Hace 3 horas
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