jueves, 2 de octubre de 2008

El estilo lo es todo : Bartolomé de las Casas (Apologética historia)

 Los indios, pues, de todas estas Indias, por la mayor parte, como sea de muy buenas y favorables complixiones, como queda visto, de necesidad debían ser, como lo son, de buenos cuerpos y todos los miembros de ellos muy bien proporcionados y delicados, aun los más plebeyos y labradores; no muy carnudos ni muy delgados, sino entre magrez y gordura, las venas no del todo sumidas ni muy levantadas sobre la carne. Esto se ve muy claro si quisiéramos considerar las manos, los dedos, las uñas, los brazos, los pechos, los pies, las piernas, que comúnmente se les parecen por no traer más vestido de una manta de algodón como un cendal o almaizar, o de un lienzo los que más vestidos andan, y mayormente donde todos y del todo andan desnudos, cubiertos sólo aquello que la honestidad y vergüenza cubrir manda, los cuales miembros son y tiénenlos tan juntos, dispuestos y tales y tan proporcionados, que no parece sino que todos son hijos de príncipes, nacidos y criados en regalos. Causa esto eficazmente la mediocridad de la sangre y del calor natural y de los espíritus que tienen, como se verá adelante, que hacen los cuerpos de los hombres delicados, como en el libro De somno et vigilia dice Aristóteles.

   Los sentidos exteriores alcánzalos admirables; ellos ven muy mucho de lejos y determinan lo que ven más que otros; parece que con la vista penetran los corazones de los hombres, y tienen comúnmente los ojos hermosos. Oyen también muy mucho; huelen cualquiera cosa de muy lejos, aunque sea entre los montes. Lo mismo es del gusto; y, cierto, de ello tenemos experiencia, y aquí no hablamos a tiento ni, como dicen, de coro. Item, el sentido del tacto tiénenlo en gran igualdad, lo cual se muestra porque cualquiera cosa lesiva y que pueda lastimar, así como frío, calor, azotes o otra exterior aflicción, muy fácilmente y en mucho grado los aflige, angustia y lastima, mucho más sin comparación que a nosotros, y aun que a los más delicados que hay entre nosotros, no obstante aun el traer los cuerpos y miembros desnudos al sol, a los vientos y al agua, lo cual les había de causar ser duros y robustos, y no tener tan sensible y lastimable aquel sentido del tacto. Item, cualquiera enfermedad accidental más presto los adelgaza, enflaquece y los despacha que a otra nación alguna de los que tenemos noticia. Por consiguiente, argumento es claro y aun necesario según el filósofo en el II De Animay en el I de la Política, tener cuerpos libres y nobles ánimas, que es decir que tienen naturalmente buenos entendimientos y son ingeniosos y bien razonables.

   Las caras y rostros y gestos tiénenlos comúnmente graciosos y hermosos, hombres y mujeres, desde su niñez y nacimiento, porque todos los niños y niñas desde que nacen y como van creciendo son todos comúnmente muy graciosos, lindos, alegres, cordecitos, vivos y de bonae indolis, que es señal e indicio o significación de bondad de las ánimas de ellos natural, y de buenos entendimientos, y que se perfeccionarían si fuesen ayudados, como parece por muchos que crían y han criado los frailes.

                          Bartolomé de las Casas (1474-1566): Apologética historia.   

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